"Hubo un tiempo en que el pensamiento era divino, luego se hizo hombre, y ahora se ha hecho plebe. Un siglo más de lectores y el Espíritu se pudrirá, apestará"

Friedrich Nietzsche

martes, 28 de agosto de 2012

LA NUEVA CONDICIÓN HUMANA


[En las próximas dos entradas terminaré la serie de textos de Sergio Gozzoli en que aborda la decadencia de nuestras sociedades desde su perspectiva sociobiológica, que tiene sus méritos representa un baluarte de sentido de la realidad, de frente al idealismo barato y buenista que domina actualmente. En la última parte del libro "Las Raíces y la Semilla" los textos alcanzan su mayor intensidad y el autor presenta la esencia de sus conclusiones.]
 

Enfermo de sus utopías igualitarias y progresistas, de sus supersticiones finalistas y deterministas, de sus necias creencias universalistas y antropocéntricas, tan ridículamente ufano en su provincialismo cultural, que lo ha convencido de que “su” sociedad sea todo el mundo, que “su” tiempo sea toda la historia, que “sus” problemas sean la preocupación fundamental de los dioses, el hombre occidental de hoy se dirige a los trágicos desafíos del futuro psicológicamente desarmado, físicamente inadecuado, intelectualmente miope.

Camina –sobre piernas que el bienestar ha vuelto perezosas, con un corazón reblandecido por hipócritas moralismos, con la vista corta por culpa del optimismo- hacia una cresta más allá de la cual hay un precipicio.

Va –patéticamente inerme y confiado- hacia un vacío que lo espera sólo para engullirlo.

En realidad, bien mirado, ya camina en el vacío. La sociedad que ha construido es la más monstruosa y al mismo tiempo la más frágil entre las realidades que la historia ha conocido: una amalgama de potencia tecnológica e infelicidad interior, de presuntuoso optimismo y de sofocante inseguridad, de superficiales conquistas y radicales renuncias.

Considerémoslo bien de cerca, este hombre en su sociedad, y pongámoslo de frente, usando pocos parámetros esenciales, al hombre del pasado.

El de hoy es un ser parcial, incompleto, sustancialmente inexpresado: el hombre del pasado, en su realidad del mundo campesino o artesanal, debía saber construir su propia casa; debía poseer alguna noción de hidrografía, para no correr el riesgo de desaparecer con su casa a la primera inundación; debía conocer algo de la ciencia veterinaria o al menos de zootecnia, para defender el patrimonio constituido por sus bestias; debía saber arrancar un diente a su hijo porque no había dentistas a la vuelta de la esquina; debía saber manejar una espada, para proteger la vida y los bienes de los suyos; debía saber enseñar a leer y escribir a sus hijos porque no había escuelas; en resumen, todos los recursos físicos, intelectuales y espirituales, todas sus potencialidades estaban –una por una y todas juntas- llamadas a expresarse y desarrollarse por el desafío coercitivo de las necesidades prácticas cotidianas; comparado con él, el hombre actual – con su alta especialización sectorial, fuera de la cual no sabe hacer otra cosa y con la mayor parte de sus energías disipadas en rellenar formularios, hacer colas, hacer las cuentas de los impuestos, ocuparse de facturas, recibos, firmar, interpretar incomprensibles pólizas de seguros- es verdaderamente un homúnculo.

Pero el hombre actual es también un ser sin reales poderes y responsabilidades privadas […] defenestrado por las interferencias de los poderes públicos hasta en el último rincón de su mundo familiar […] es sólo un esclavo en libertad vigilada.

Es, en definitiva, también un ser profundamente inseguro, infeliz y solitario: el hombre del pasado gozaba de certezas unificantes, que le daban la serena estabilidad interior de quien es parte de un todo; estaba protegido de la desesperación, porque sabía que debía aceptar el dolor, el sufrimiento, la muerte de manera “natural”; y el temor del demonio, o de la cólera divina, absorbía íntegramente la carga de angustia que genéticamente el hombre lleva dentro; en comparación, el hombre actual –que no poseyendo ya certezas es zarandeado como un corcho a la deriva en el oleaje de la opinabilidad, y no pudiendo descargarla sobre el diablo está obligado a vivir su angustia en la más mínima palpitación como temido signo de infarto, en cualquier dolor de estómago como inquietante síntoma de cáncer- es sólo un fugitivo con el corazón en un puño.

Pero volvamos a la sociedad del hombre actual, a lo que constituye “su mundo”.

Agitado por las tormentas de la crónica inestabilidad social y lacerado por todas sus contradicciones morales y culturales, este mundo es capaz sólo de disimular el espantoso vacío sustancial con declaraciones de principio proyectadas hacia el futuro: puesto que ninguna de sus afirmaciones y promesas ha sido efectivamente y plenamente realizada –es natural puesto que son irrealizables- entonces se engaña a la paciencia del hombre de hoy pidiéndole, siempre, que espere un poco más.

Y en efecto para el hombre actual los medios de comunicación, la droga, el bienestar material han sido hasta ahora suficientes, por lo menos en el Norte “avanzado”, para adormecer en genérico descontento cualquier impaciencia real, para contener en rebeldía esporádica cualquier auténtica rebelión, para aplazar continuamente cualquier ajuste de cuentas.

Pero aunque no haya un ajuste de cuentas –antes o después- con los hombres, lo habrá –más antes que después- con las cosas: es decir con la realidad. Se pueden hacer trampas durante mucho tiempo, también vivir de ello, pero no al infinito.

El juego puede durar mientras se trate de convencer a los hombres de que se puede eliminar la violencia en la sociedad simplemente aboliendo la pena de muerte; que se puede eliminar la locura simplemente haciendo desaparecer los manicomios; que se puede eliminar la prostitución renunciando a regularla. Pero cuando se pretende que las diferencias entre individuos y grupos sean canceladas por un enunciado de principios que las declara inexistentes sobre el papel, o que se puedan evitar las guerras sencillamente predicando la paz, o que se pueda exorcizar la agresividad del hombre con la simple proclamación “oficial” de su bondad natural y la atribución de las maldades de los individuos a las “perfidias” de la sociedad –como si las sociedades, en vez de ser creaciones humanas, fueran la inalienable herencia de malignas divinidades- cuando se pretende mimetizar la inquietud de frente al futuro del planeta tras optimismos de principio con desvaríos sobre emigraciones interplanetarias en masa, con todo ello se condena inexorablemente al hombre a medirse con adversarios que le obligarán a descubrir sus cartas y exigirán un ajuste de cuentas conclusivo: la realidad de las cosas, las leyes de la naturaleza biológica, la prepotencia de las fuerzas cósmicas.

Y no será un encuentro con armas paritarias, porque por parte del hombre no se presentará un guerrero armado de humilde conciencia de la realidad, de sereno orgullo: el monstruo aplastará sin esfuerzo al niñato caprichoso, a la sufragista histérica, al burguesucho presuntuoso, al profeta delirante.

Será ciertamente, en verdad, un combate bastante breve, puesto que las sociedades guía de la actual humanidad cada vez son más pobres en aquellos tipos humanos “superdotados” que permitieron a los grupos de progenitores salir victoriosos contra los desafíos del hambre, del frío y del miedo en la era glacial. En efecto –más allá de los factores de “bloqueo” de la selección natural que hemos considerado y operan en las sociedades avanzadas- hay otro que nunca será valorado suficientemente: es la riqueza convertida en el único factor de competicion social, la riqueza que aniquila el héroe e instrumentaliza el genio, el freno que bloquea cualquier válida selección natural en el mundo moderno.

Es la riqueza convertida en el Fin por antonomasia –con el bienestar elevado a modelo de vida- la transgresión suprema del orden natural de la vida en sociedad de los hombres. Es el afán de riqueza y bienestar, es el absurdo predicar del derecho a la felicidad individual prometida y garantizada por el bienestar de la riqueza, la “dementia” que destruye la armonía natural, que viola las leyes naturales, que vulnera el equilibrio natural.

Por culpa de esta “transgresión” y de esta “subversión” el eje de las ventajas selectivas se desplaza en perjuicio de los genotipos humanos más elevados y maduros, más nobles y más “necesarios” para la supervivencia del grupo. Cuando la superioridad de la inteligencia y del carácter no está asociada a un mayor poder, cuando esta superioridad no es garantizada por una más amplia transmisión de genes, ni se presenta como estímulo de “reproductividad preferencial” entonces muere y se desvanece toda posibilidad de real elevación cualitativa del entero cuerpo social. Al contrario, esas “reservas” de recursos humanos, constituidas por las auténticas élites “naturales”, las únicas que podrían guiar y salvar sociedades que caminan ya en el borde del precipicio.

Sergio Gozzoli

domingo, 19 de agosto de 2012

LA UTOPÍA UNIVERSALISTA


[Más textos de Sergio Gozzoli extraídos de su libro Las raíces y la semilla. Ya conocemos a este autor y su particular punto de vista sociobiológico. Los textos mostrados tienen ya treinta años pero siguen siendo de gran actualidad, exceptuando referencias contingentes que en general he quitado en los fragmentos traducidos; diría casi que son más actuales hoy que en el momento en que fueron publicados originalmente porque el pensamiento único y el dominio de las nefastas utopías progresistas es hoy mucho más fuerte.] 



Otra trágica, peligrosa utopía merece una reflexión: la universalista. Aun cuando constituya el obstinado, profundo núcleo ideológico de la estrategia mundialista, no puede ser presentada abiertamente, ni expresamente enunciada, desde hace algunos años, por su debilidad persuasiva: ¿Quién se va a creer hoy, incluso entre las más ingenuas víctimas de la mediocracia, el sueño de una sociedad única mundial de hermanos y conciudadanos, de frente a la ferocidad incontenible de los mil conflictos étnicos que asolan el planeta?

Por tanto esta tesis se pasa de contrabando escondida detrás de fórmulas mimetizantes más asépticas, y de alguna manera aún atrayentes: la integración económica, la interdependencia tecnológica, el mercado único, la “aldea global”, el nuevo orden mundial bajo la égida de la ONU. Mas el núcleo conceptual de tales “visiones”, de tales diseños es siempre esencialmente el mismo: el Sueño universalista de matriz masónico-cabalística de un mundo en el cual los varios pueblos comiencen a integrarse –para terminar disolviéndose- en un sistema unitario.

[…]

Una condición indispensable para la formación de una asociación humana que constituya un sistema unitario logradoes la clara percepción de un destino común, advertida a través de los caminos profundos y seguros de la emotividad. No puede ser una Idea –o peor aún un sistema de ideas u opiniones- lo que genere un patrimonio común de exigencias, inclinaciones y destinos en masas tan amplias de hombres. Solamente instintos, pulsiones profundas –el miedo por ejemplo, o el orgullo- pueden poner en movimiento un sistema integrado a nivel superior. La integración presupone la existencia de un código de mensajes común y elemental, en el sentido de inteligibilidad y esencialidad. Y tales características pertenecen al lenguaje del sentir y del reaccionar, no al de la especulación y la elucubración.

Si por ejemplo se descubriese de repente que otro planeta está habitado por sistemas organizados que se preparan para atacar la Tierra, la unidad de la entera especie en el globo terrestre sería cosa de pocas horas. […] pero en ausencia de este peligro común del todo improbable, los distintos sistemas, constituidos por los actuales grupos humanos, permanecerán extraños y sustancialmente impenetrables: ni siquiera la creciente amenaza común de catástrofe ecológica ha conseguido arañar el muro de los egoísmos particulares.

Y si hemos definido peligrosa la utopía universalista, es porque cualquier intento serio de proceder contra la realidad de las diferencias naturales, no sólo estaría destinado al fracaso más completo, sino que exigiría a masas enteras de hombres un tremendo precio en luchas, sufrimientos, sangre.

Algo que la cultura utopista se ha demostrado demasiadas veces incapaz de comprender o valorar suficientemente.

Ahora bien, esta cultura no se limita a ejercer influencia en la vida de una o pocas sociedades, o condicionar las opiniones de algunos millones de individuos: lo trágico es que, aun estando fundada sobre premisas irreales e innaturales, está dirigiendo la historia de toda la humanidad.

[…]

Esto es evidente sea al interno de cada una de las sociedades, sea en ámbito internacional; Por ejemplo, ¿Cuánto de la endémica rebelión juvenil en nuestras sociedades nace del hecho de que a los individuos mientras se les inculca la convicción de que son todos iguales, sin tener en cuenta el trágico, inevitable impacto con ua realidad que antes o después se encargará de demostrarles, en su propia piel, la existencia de diferencias naturales y jerarquías en la sociedad y en la vida? ¿Y cuántas de las sangrientas crisis y conflictos entre etnia, nacionalidades, confesiones […] nacen de la total incapacidad, por parte de hombres imbuidos de sueños universalistas nacidos de la utopía igualitaria, de entender el fundamental derecho de los pueblos a la diferencia, es decir a la propia identidad étnica, histórica y cultural?

La Utopía mata: como la criminalidad, porque la favorece; como la guerra, porue a menudo la provoca; como el terrorismo, porque lo genera; como la violencia que hay en la naturaleza humana, porque la ignora pretendiendo que no existe, de modo que cuando se manifiesta la pilla de sorpresa, y porque ignorándola la comprime, con lo cual sus explosiones son cada vez más trágicas y feroces.

Y esta cultura utópica –es decir irrealista e innatural- puede envenenar hoy el mundo y la historia porque es la cultura de la sociedades dominantes, las que poseen la riqueza y el bienestar, la potencia y la tecnología.

No es sólo la cultura de pocos vértices, sino de enteras masas […] dondequiera haya llegado esta mentalidad, nacida en Europa en el siglo XVIII y que, tras haber sido derrotada y rechazada por el espíritu europeo, se enraizó en América durante los últimos dos siglos, desde donde se ha irradiado en el mundo tendiendo a transformarlo todo en provincia cultural americana.

Sergio Gozzoli

viernes, 3 de agosto de 2012

VIAJE A SIRIA (4)


[Concluyo con esta entrega la traducción de la crónica de Gianantonio Valli sobre su viaje a Siria]
 
Por Gianantonio Valli

Viernes 2 de mayo
En respuesta a unas precisas preguntas mías, se me informa de algunas cosas. El ejército y la policía han capturado no sólo terroristas en sentido propio (incluso de nacionalidad franco-inglesa) sino también unos ciento veinte soldados y oficiales turcos, entre los cuales hay un general; para no comprometer las relaciones con, Turquía que por su parte no espera más que un incidente como pretexto para invocar la intervención de la OTAN, han sido entregados a Ankara. Los militares sirios desertores son ciento treinta y seis. A Homs ha sido asesinada por los terroristas la hija de veinte años de un ex guerrillero de cincuenta y un años, como castigo por su arrepentimiento. Han sido capturados también cuatro terroristas eritreos, numerosos afganos e incluso un nigeriano.

Hacia mediodía servicio religioso, presente el viceministro de los Cultos, en la mezquita de los Omeyas. El responsable civil del lugar rememora la historia con nosotros, afirmando que “el islamismo es una continuidad del cristianismo” y que el minarete más al Este, el más antiguo, se llama “minarete de Jesús”. En la mezquita la gente pasea,  está la televisión filmando, mientras funcionarios alejan a las dos o tres mujeres presentes. Un niño tullido, de unos cinco años, galopa con su andadera y se inclina para pregar. El doctor Mohammad Saied Ramadan Albouti, ya en sus noventa, lucidísimo con el rostro de asceta, el mayor estudioso religioso viviente del mundo árabe, incita desde el púlpito a la concordia entre las religiones del Libro, que adoran un Dios único. No hay que usar las armas, predica, hablando de “hermandad en la fe” y sosteniendo que vencerá “la certeza de que las diferencias de opinión no deben dividirnos”. Entre los fieles presentes en el recinto central –del que nosotros italianos estamos excluidos pues no somos musulmanes- todos los sirios italianos, incluido Oudai, se inclinan junto al viceministro.

Tras el servicio, concluido con una plegaria coral, Albouti nos habla en el salón de entrada  de la mezquita: “los ciudadanos sirios tienen un nivel de conciencia que les impide caer en la trampa. Es precisamente este conocimiento nuestra defensa contra esta agresión”. Tras haber citado el proverbio “Es un hermano tuyo aunque no haya sido generado por tu madre”, se dirige a nosotros: “Creo en vuestra hermandad más que en la de nuestros primos árabes que falsifican la verdad.”

Son las catorce. Bajo el calor y el cielo terso y azul, ante el imponente edificio del Banco Central en la Plaza de las Siete Fuentes asistimos a las pruebas de la manifestación de mañana en apoyo del gobierno y el presidente Bashar. Se escucha el himno nacional, se escucha el himno del Baath, las dos banderas desplegadas al viento; unos cincuenta militantes levantan el brazo derecho, extendido en el antiguo saludo. Trescientas personas delante del palco, al cual Pilato, Fallisi y yo, junto a los sirios italianos, hemos subido. Como periodistas, Sensini, Bernabei y Esposito están en medio de la multitud, fotografiando y entrevistando. Tras cantos y bailes populares, un imam libanés incita a resistir, expresando admiración por el pueblo sirio, exhortando al destino de una Siria siempre libre. Desde el palco, le devuelvo a la multitud el saludo con el brazo extendido. Terminado esto, nuevo paseo por el suk con Pilato y Sensini. Cuando volvemos, Fallisi me lee su primer, excelente escrito sobre nuestra experiencia, publicado posteriormente en el periódico Rinascita.

Sábado 5 de mayo
Hacia las siete, cerca del ministerio de Defensa, a un centenar de metros de nuestro hotel, una bomba destruye dos coches. Premuroso, Pilato se precipita a documentar el suceso antes de que retiren los restos. Más informaciones. Las ciudades epicentro del más feroz terrorismo son: Hama, ya teatro en 1982 de un terrorismo al que respondió, tras el atentado contra su persona en junio de 1980, la obvia represión de Hafez; Idlib, donde se siente más la acción desestabilizante de Turquía; Homs, donde fue descubierto un túnel que llegaba a territorio libanés; “nuestra” Daraa, iniciadora de la “rebelión”. En Banyas, ciudad infestada de grupos salafitas que esconden las armas también en las mezquitas, se habían infiltrado a principios de 2011 agentes del hijo del ex presidente libanés Hariri; puesto que el territorio subiendo desde el mar a las montañas está habitado en su mayoría por alauitas y cristianos, fue fácil bloquearles. Hace una semana la nave Lutfullah, registrada en Sierra León, fue bloqueada en el puerto libanés de Salaata: transportaba contenedores con armas de fuego de todo tipo destinadas a los terroristas. Zarpó de Libia y tras una escala en Alejandría de Egipto había partido para Trípoli en Líbano, nudo crucial para el suministro de los mercenarios. A primeras horas de la tarde, tercera visita al suk, siempre pululante de la humanidad más variada. Desde las 17 a las 19, participamos en la manifestación cuyas pruebas vimos ayer.

El viaje llega a su término y he llegado a las siguientes conclusiones:

  1. También la sociedad siria, aun estando compuesta por ciudadanos orgullosos de su independencia y su régimen laico, se está occidentalizando gradualmente en el sentido menos agradable.
  2. El partido hegemónico, el Baath, gobierna hoy con otros ocho partidos en una coalición y en el futuro habrá otros tantos, además de diputados independientes, lo que podría restar eficacia a su acción práctica, aunque no afecte a los postulados ideales.
  3. La campaña electoral, culminada con las elecciones del 7 de mayo, paso previo a la promulgación de la nueva Constitución, indudablemente es muy sentida por la población, como testimonian no sólo las caras de los candidatos –que con ello se exponen, particularmente en las zonas periféricas, a las represalias de los terroristas- sino también detallados programas políticos.
  4. Sólo un gobierno fuerte puede tener unidos, en un país así, a los grupos políticos y religiosos más dispares, grupos ausentes en el resto del mundo árabe, especialmente en los países del Golfo y en particular en Arabia Saudita, único país del mundo que, como nos ha recordado el presidente del Parlamento, toma su nombre oficial, no de un pueblo o un credo, sino de una familia.
  5. Con Irán, Siria es hoy el último bastión de libertad. Libertad para el mundo árabe, del cual se distingue por inteligencia, laicidad, tolerancia para con todos los credos y voluntad de modernización. Libertad para el mundo europeo, de frente al cual representa un eterno reproche, por no haber abdicado del orgullo de su independencia frente a las pretensiones de dominio planetario del americanismo/judaísmo.
  6. La realidad de siria es totalmente distinta de la que todavía nos dan a entender las televisiones occidentales y la Prensa Libre, aunque algo de autocrítica y rectificación se puede encontrar en ciertas reflexiones recientes, como la de Margherita Paolini en el cuaderno especial de Limes, n.1 de este año, en el ensayo “Siria, un caso de manual de desinformación estratégica”.


Domingo 6 de mayo
Nos levantamos a las cinco, una hora más tarde salimos del hotel. Mañana tersa, serena, sol, calles desiertas. Un solo control militar, antes del aeropuerto. Parto con Pilato, Fallisi y el doctor Jamal (que me ha entregado, como a los demás, otros cinco DVD con documentación sobre el terrorismo). Sensini permanecerá dos días más para las elecciones. Bonilauri ha partido para Moscú ayer. Esposito y Bernabei, el sábado. Los otros sirios italianos han aprovechado la ocasión para ir a visitar a sus familiares. Nos despedimos agradecidos del conductor del minibus y del funcionario de Información que ha estado siempre a nuestro lado, organizado de la manera más segura nuestros desplazamientos.

Trayecto Damasco-Amman (tierra jordana esteparia-desértica, bien diferente de la siria cultivada y verde), Amman-Roma (en Fiumicino cielo cubierto y llovizna), Roma-Malpensa (soleada tarde en un terso cielo azul). De nuevo en casa. Mucha nostalgia de un pueblo orgulloso y fiero, admiración por sus jefes. Allah, Siriya, Bashar wa bass!

Gianantonio Valli


NOTA DE PAOLO SENSINI

La mañana de las elecciones, quien se encontraba en Damasco como el autor de estas líneas, podía observar una gran animación alrededor de los colegios electorales. Señal de que el evento era considerado importante y, en varios aspectos, indicador de expectativas positivas para el futuro del país. Por todas partes se veían en las calles de la capital enjambres de jóvenes, dotados de distintivos electorales, que distribuían febrilmente folletos informativos sobre los candidatos de los distintos partidos en competición. El mismo gentío pude observar personalmente en el interior de un edificio utilizado como colegio electoral en la plaza Bab Thuma, una zona neurálgica bastante importante de la ciudad, donde un flujo ininterrumpido de personas se apretujaba para marcar la cruz en el símbolo elegido. Para evitar eventuales fraudes electorales, cada votante debía dejar una huella con el índice impregnado de tinta roja.

Los resultados, tras el escrutinio, han sido los siguientes: el Baath, partido al poder desde hace medio siglo en Siria, ha ganado las elecciones legislativas. En espera de los resultados oficiales y de datos precisos sobre la afluencia a las urnas, la prensa siria ha difundido resultados parciales del escrutinio concluido en los principales distritos del país. Según el diario al Watan, el Baath, que guía el Frente de Unidad Nacional, versión electoral del Frente Nacional Progresista, ha obtenido “una victoria aplastante” no sólo en Damasco, también en Daraa e Idlib, plazas fuertes de las protestas contra el régimen. Los partidos de oposición, agrupados en el Frente del Cambio y la Liberación, han obtenido en el distrito de Damasco sólo la elección de su líder, el opositor Qadri Jamil, secretario general del apenas nacido Partido de la Voluntad Nacional.

En la región costera de Tartus, los candidatos del Baath han arrasado junto con algún independiente. Análogamente en la región meridional de Suwayda, de mayoría drusa, la participación ha sido del 58 por ciento y aquí también el Baath ha vencido claramente, con algunos independientes elegidos. En la región fronteriza de Quneitra (lo que queda del Golán sirio), de cinco escaños cuatro han sido para el Frente de Unidad Nacional guiado por el Baath y uno a un independiente. Mismos resultados en la región meridional de Daraa y en la noroccidental de Idlib.

El Syrian National Council, el organismo genéticamente modificado controlado desde el extranjero por Burhan Ghalioun y llamado despreciativamente por los sirios “Consejo de Estambul”, ha boicoteado las elecciones estigmatizando como “falsa” la apertura a nuevas fuerzas políticas: los nuevos partidos (nueve en total), afirman desde el SNC, “son construcciones artificiales del gobierno, con candidatos desconocidos”. También para la ONU, a la cual sin embargo no debería corresponder pronunciarse sobre las decisiones políticas e institucionales internas de un país, “las elecciones no entran en la lógica de un diálogo político comprensivo que permita un futuro democrático para Siria”. Este era el clima “preparatorio” que se respiraba en la consulta electoral siria.

Con las urnas cerradas, el miércoles 9 de mayo, un artefacto ha hecho explosión cerca de la ciudad de Daraa, pocos instantes después del paso el convoy de la ONU, en el que estaba también el jefe de la misión, el noruego Robert Mood. Pero era sólo un pequeño aviso de lo que vendría pocas horas después. El día siguiente, en efecto, en la concurrida circunvalación de dos carriles que lleva al aeropuerto de Damasco, al lado del barrio popular de Al Qazzaz, zona normalmente atestada de empleados que se dirigen al trabajo y estudiantes, un doble atentado ha sacudido la ciudad como nunca antes. Ha sido el más devastante acto terrorista realizado por un kamikaze desde que empezó la crisis siria, que ha costado la vida a 70 personas y ha dejado 400 heridos, muchos de ellos gravísimos.

Los medios internacionales, diligentes como nunca, han insinuado en seguida la duda de que el atentado, no habiendo sido reivindicado por ninguna organización, ha sido obra del régimen para achacarlo a los opositores internos y externos. Una acusación ni siquiera demasiado velada al gobierno y los aparatos de seguridad sirios de haber organizado la masacre de sus mismos ciudadanos, hipótesis que naturalmente jamás consideran cuando se trata de actos terroristas en otros países, so pena del infamante sambenito de “complotismo”. “¿Qué habría sucedido si en vez de Damasco, en Siria, un atentado así se hubiera cometido en Tel Aviv o Jerusalén?” ha preguntado polémicamente a la comunidad internacional el patriarca greco-católico (melquita) Gregorios III Laham. Pregunta más que legítima y sensata, pero desgraciadamente no tendrá ninguna respuesta. El único resultado tangible de esta atroz acción terrorista ha sido hacer descender un silencio te tumba sobre los resultados de las elecciones del 7 de mayo, concentrando de ahora en adelante toda la atención internacional sobre la “insostenible situación del régimen de Bashar al Assad” y sobre las acciones presentes y futuras de la “Comunidad internacional”.

jueves, 2 de agosto de 2012

VIAJE A SIRIA (3)


Por Gianantonio Valli


Miércoles 2 de Mayo

Tras una breve entrevista en la sala central del hotel con operadores de la televisión pública, en la cual he afirmado que Siria se encuentra en el corazón de la estrategia de agresión occidental-hebrea a Irán y en una perspectiva más amplia, por lo que respecta a EEUU y la alta finanza, a Rusia y China, nos desplazamos a pie hasta el cercano Parlamento. La entrada está a una veintena de metros. Nos recibe el presidente Mahmoud al Abrash, afable, de unos sesenta años, cabellos grises, piel rosada y ojos claros, que nos informa de cómo, por impulso del joven presidente Bashar al Assad, un comité de juristas, parlamentarios y miembros de la sociedad civil ha elaborado el texto de una nueva Constitución. Deberá ser aprobada por el Parlamento que saldrá de las elecciones el 7 de mayo. Campaña electoral animada, en la cual 7.195 candidatos (de los cuales 710 mujeres) aspiran a los 250 escaños de la Asamblea Nacional. Actualmente el gobierno está sostenido por una mayoría de nueve partidos, entre ellos el Baath, que ya no tiene la hegemonía de que gozaba en otros tiempos; además de candidatos independientes, se presentan a las elecciones otros nueve partidos de una oposición más o menos determinada.

Después del coloquio subimos a la sala del Parlamento, en ese momento ocupada por la Asamblea de los Jóvenes que, curiosos ante nuestras miradas como nosotros hacia ellos, alzan la mirada de los escaños. Oudai inflama gran parte del hemiciclo, que lo aplaude frenético cuando recuerda que ellos, y los sirios todos, representan en estos días no sólo a sí mismos, sino también los venezolanos de Chávez, los cubanos de Fidel Castro, los guerrilleros de Hezbollah, los resistentes palestinos, los iraníes y todos aquellos que resisten a la opresión americana y sionista; sólo algunos jóvenes en el ala derecha se abstienen de aplaudir. Nuevas entrevistas periodísticas y televisivas a Esposito, Bernabei, Sensini y Pilato.

A primeras horas de la tarde, encuentro con el ministro de Información, que tras responder a las preguntas nos comunica la lista de los 114 periodistas de muchas nacionalidades que hasta el 20 de marzo han sido recibidos por él y que –casi todos- han tergiversado en sus artículos la dinámica de los eventos, acentuando de manera incorrecta las reacciones de las legítimas fuerzas del orden (no existen las “milicias” paramilitares” de las cuales fantasea la Prensa Libre) e ignorando las atrocidades de las que se han manchado los “combatientes por la liberación”.

Nos desplazamos luego en minibus para visitar al Patriarca Gregorios III de la iglesia greco-católica melquita [Nota: iglesia oriental católica que sigue el rito bizantino y goza de autonomía pero mantiene la unión con la Iglesia Católica de Roma], que nos acoge cordial, hablando en italiano, y recuerda la visita del papa Juan Pablo II. Nos proporciona la “Declaración Final de la Jerarquía Católica en Siria”, emitida el 25 de abril por el arzobispado maronita de Aleppo en un concilio por él mismo presidido. En el documento se estigmatiza no sólo la agresión armada cada vez más cruenta contra los sirios por parte del terorrismo internacional, sino también las mentiras propagadas por los medios de “información” occidentales. El alto prelado subraya cómo hasta ahora, y especialmente bajo la guía de Bashar al Assad, todas las comunidades religiosas –alauitas, cristianos de las varias confesiones, chiítas, sunnitas- han vivido en relaciones de tolerancia y paz. Invita después a contribuir para construir una Siria democrática y multipartidista, recomendando a todos “a participar plenamente en las libres y correctas elecciones para la Asamblea Nacional el próximo 7 de mayo, para expresar la voluntad popular”.

De vuelta al hotel nacia el final de la tarde, nos desplazamos rápidamente al hotel donde se alojan los nuevos observadores de la ONU; llegados allí intercambiamos algunas palabras con el portavoz de la misión, el sonriente y escurridizo indio Neeraj Singh. Poco antes de medianoche, en un pequeño restaurante cenamos “a la siria” en presencia de familias enteras y mujeres, jóvenes y menos, que llevan el velo alrededor del rostro.


Jueves 3 de mayo

La jornada más intensa de nuestra estancia. Precedidos por dos autos de escolta y seguidos por un tercero, el minibus parte a las 8, hacia el sur por la autopista de Daraa, la ciudad en la que tuvieron origen los primeros desórdenes. Durante unos setenta kilómetros vemos campos verdes de olivos y grano, fruto de las obras de bonificación e irrigación llevadas a cabo en los últimos años setenta por Hafez al Assad, el general de aviación que se convirtió en presidente, hombre de humildes orígenes que barrió un régimen parafeudal, modenizador sin piedad y padre de Bashar, un personaje definido por Oudai, con extremo respeto, “padre de Siria”. Montones de piedras procedentes de los campos y las torres de las líneas eléctricas jalonan la autopista. Alguna tienda de pastores y construcciones de cemento, muchas de las cuales tienen sólo el esqueleto de hormigón.

La ciudad no se presenta para nada destruida por los “cañonazos” de las “milicias” (o de los “esbirros”) del “dictador”, como pretende la prensa occidental-saudita sino, aun entre algunas miradas hostiles, animada, con bastante tráfico, con tiendas abiertas y mucha gente, que camina tranquila en las aceras o cruza la calle bajo la mirada de los guardias de tráfico.

El gobernador de la provincia, Ahmad al Annoush, nos recibe en el Palacio del Gobierno enviando “a través de vosotros saludos cordiales a todos los ciudadanos italianos y a todos los hombres libres que quieren documentar la verdad”. La provincia por él gobernada tiene 1.200.000 habitantes, el 4% de la población siria, la mitad de los cuales sólo en Daraa. La frontera con Jordania está sólo a tres kilómetros,  una pista de tierra y un torrente, sin alambre de espino o impedimentos para el paso. Como los pastores que lo atraviesan libremente en ambos sentidos, así los terroristas entran en Siria con la misma facilidad, a menudo con la complicidad de la policía jordana.

La economía de la provincia es esencialmente agrícola: cereales, vino de mesa (70.000 hectolitros en 2011), olivos (seis millones de plantas); 15.000 son las empresas agrícolas. En la ciudad se hallan los restos de un anfiteatro romano. En los últimos años, cincuenta mil habitantes de la provincia se han desplazado hacia los países del Golfo, desempeñando ahora un importante papel en el terrorismo y el envío de armas. En la provincia existen siete hospitales públicos y siete privados, además de 97 ambulatorios médicos. Desde el 1979 toda la provincia está bonificada y electrificada; en 1982, tres años después, concluyeron los proyectos de modernización en todas las aldeas. En Siria todos los árabes, es decir los árabes de los demás países, pueden entrar sin visado.

El gobernador continúa subrayando que contra Siria se está combatiendo un nuevo tipo de guerra, que es parte de una “agresión universal”. EL 18 de marzo de 2011 grupos de manifestantes presentaron peticiones para “combatir la corrupción”; en pocos días el número de grupos de oposición subió vertiginosamente, con una violencia creciente. El 24 de marzo fueron asaltados el tribunal, posteriormente incendiado con dos muertos, el centro antidroga y otras instalaciones estatales. El 23 fue sostituido el gobernador, como los ciudadanos habían solicitado; a pesar de ello y de los encuentros pacíficos con líderes religiosos, representantes de las distintas profesiones y otras autoridades populares, la violencia aumentó, fueron atacados cuarteles y ayuntamientos, devastadas varias infraestructuras. El 4 de abril el doctor Amoush tomó posesión del cargo, tres días después comenzaron las primeras manifestaciones armadas, con difusión mundial de vídeos filmados ad hoc por los terroristas. Fue quemada la sede de la televisión pública. Un comité de cincuenta ciudadanos, de los cuales catorce delegados de los manifestantes, fue recibido por Bashar al Assad, al que solicitaron la retirada de las tropas y el acuartelamiento de la policía. Para no exasperar la situación la petición fue aceptada: desde el 14 hasta el 21 de abril la ciudad estuvo sin policía ni guardias.

Inmediatamente fueron asaltadas escuelas y cuarteles, funcionarios públicos secuestrados. El 21 de abril todos los policías de un cuartel fueron asesinados y sus cadáveres ultrajados. Cuatro días después, bajo petición de grupos de ciudadanos atemorizados y hartos de la violencia, el ejército volvió a la ciudad y a algunos pueblos. Sin embargo, apoyados por Francia, Inglaterra, EEUU, Israel, Arabia Saudita y Qatar, los terroristas son cada vez más audaces. Un emblemático ejemplo de desinformación: mientras una periodista francesa mantiene un coloquio con el gobernador en su oficina, la emisora de Qatar Al-Jazeera, la voz más deshonesta del mundo árabe junto a la saudita Al-Arabiya, “informa” que el edificio donde se desarrolla la entrevista ha sido ocupado por los “rebeldes” y está siendo bombardeado por el ejército. Cuarenta son los corresponsales extranjeros llegados clandestinamente, sin el permiso del gobierno. Como la periodista francesa, también algunos de sus colegas egipcios, allí presentes, han sido “barridos” por sus emisoras.

Actualmente ha sido abolida la ley de emergencia promulgada el año pasado, el gobierno ha cedido a las –más o menos legítimas- peticiones los descontentos; a pesar de ello continúan los asaltos contra objetivos estatales y las agresiones a los simpatizantes del gobierno, o simplemente a los civiles no alineados. El ambiente terorrista es variado: integralistas religiosos, extremistas de todo tipo, mercenarios libios, salafitas, Hermanos Musulmanes, delincuentes comunes, traficantes de droga, exaltados varios y desequilibrados como se encuentran en todas las sociedades. Motivos de la guerra provocada por EEUU e Israel: “integrar” Siria como lo fueron Irak, Líbano y Palestina, someter a Irán, conservar la posesión del Golán, alturas distantes de Daraa sólo 45 km. Actualmente hay en la ciudad, con plena libertad de movimientos, cuatro observadores de la ONU: “Balas contra balas, no bombardeos del ejército”. En los últimos meses han sido incendiadas 300 escuelas de un total de 973, grupos terroristas prohíben asistir a ellas; ahora los nuevos objetivos son los candidatos a las elecciones. Todo lo que es estatal ha sido devastado: teléfonos, correos, autobuses.

Para aliviar la tensión el gobernador se saca del bolsillo un paquete de cigarrillos y los ofrece a los presentes. Intento al principio declinar la invitación diciendo que como médico no fumo y que, ofreciéndonos los cigarrillos, pensaba “que Usted nos estaba diciendo, es más asegurando que [fumar] es bueno”. Sonriendo, el gobernador se levanta y me ofrece un cigarrillo: “Fume, si no le arranco las uñas”. De frente a tanta sociabilidad me rindo, tomo el cigarrillo y mientras el gobernador me la enciende, observo que es el primero que fumo en cincuenta años. Nos ofrecen después naranjada, té y café. El gobernador prosigue: “Las relaciones intersociales en Siria son distintas que en cualquier otro Estado árabe. Se nos puede llamar laicos. Nadie nos hará volver atrás […] Quieren reducir la sociedad a miniestados, a grupos tribales, imponernos lo que debemos vestir y comer […] cierto, si le decimos sí a América todo terminará”.

Se nos entrega un DVD que lleva el título “Algunos ataques terroristas de los saboteadores de Daraa”, acciones filmadas en parte por los terroristas para su propia exaltación (impresionante en particular la escena del degüello y decapitación de un policía inmobilizado en el suelo en una acera, las manos atadas tras la espalda, la cabeza posteriormente arrojada en medio de la calle), en parte por los militares para documentar la barbarie. Terminada la reunión en el palacio, cuyo primer piso está protegido por pesadas planchas de hierro, visitamos el Tribunal, devastado e incendiado el año pasado, y tomamos fotografías; por todas partes señales del incendio, paredes ennegrecidas, empapelados y marcos quemados, en el exterior un coche de la policía agujereado por numerosos proyectiles. Rápida vuelta por la ciudad, sustancialmente tranquila. Llegamos al hospital, donde se celebran, con la presencia de las autoridades civiles y militares, los funerales solemnes de dos militares. Discurso de un jefe árabe en keffiah, comedido llanto de los familiares, muchas mujeres con velo y túnicas negras; los dos ataúdes parten para el entierro.

A mediodía, rápida vuelta a Damasco, con una breve parada para fotografiar un puente de la autopista volado, desviación por el otro carril. Llegados a la ciudad, Bonilauri nos comunica que por la mañana temprano ha saltado por los aires el auto que llevaba a un general, milagrosamente ileso.

Por la tarde, entrevista a los siete en la sede central de la televisión. Bonilauri trata con incisividad de la cuestión geopolítica, Fallisi de la manipulación de los cerebros por parte de la “información” y de la creación de una realidad virtual –de “espectros, dice con propiedad- a la cual las masas se aclimatan sin sentir ya ni siquiera rechazo por los horrores cotidianos, producidos por los que llama “señores del caos”.

Tras asegurar que comparto totalmente lo expuesto por mis amigos, y por tanto no tengo más que añadir al respecto, ante la pregunta de la presentadora sostengo que la agresión a Siria hay que encuadrarla en un proyecto más vasto de destrucción de las naciones, en vista de la instauración de un único gobierno mundial bajo control americano y hebreo. Si contra Libia, Siria e irán se han desencadenado o e desencadenarán las armas, contra Europa la estrategia prevé llevar a la miseria a sus pueblos y la cesión de su soberanía a entidades supraestatales dominadas por la alta finanza. Informo además de que en Italia se está llevando a cabo un golpe de Estado llamado “gobierno técnico”. Ha sido coordinado por el máximo cargo institucional, el presidente comunista Giorgio Napolitano. Contra él, como contra el jefe de gobierno Monti y el de la BCE Draghi han sido presentadas denuncias por parte de ciudadanos, por alta traición, violación de la Constitución y otros gravísimos delitos. Por otra parte, el proyecto de privar de soberanía a la nación ha sido expuesto públicamente por Monti en la universidad Bocconi de Milán el 27 de mayo de 2011.