"Hubo un tiempo en que el pensamiento era divino, luego se hizo hombre, y ahora se ha hecho plebe. Un siglo más de lectores y el Espíritu se pudrirá, apestará"

Friedrich Nietzsche

viernes, 3 de agosto de 2012

VIAJE A SIRIA (4)


[Concluyo con esta entrega la traducción de la crónica de Gianantonio Valli sobre su viaje a Siria]
 
Por Gianantonio Valli

Viernes 2 de mayo
En respuesta a unas precisas preguntas mías, se me informa de algunas cosas. El ejército y la policía han capturado no sólo terroristas en sentido propio (incluso de nacionalidad franco-inglesa) sino también unos ciento veinte soldados y oficiales turcos, entre los cuales hay un general; para no comprometer las relaciones con, Turquía que por su parte no espera más que un incidente como pretexto para invocar la intervención de la OTAN, han sido entregados a Ankara. Los militares sirios desertores son ciento treinta y seis. A Homs ha sido asesinada por los terroristas la hija de veinte años de un ex guerrillero de cincuenta y un años, como castigo por su arrepentimiento. Han sido capturados también cuatro terroristas eritreos, numerosos afganos e incluso un nigeriano.

Hacia mediodía servicio religioso, presente el viceministro de los Cultos, en la mezquita de los Omeyas. El responsable civil del lugar rememora la historia con nosotros, afirmando que “el islamismo es una continuidad del cristianismo” y que el minarete más al Este, el más antiguo, se llama “minarete de Jesús”. En la mezquita la gente pasea,  está la televisión filmando, mientras funcionarios alejan a las dos o tres mujeres presentes. Un niño tullido, de unos cinco años, galopa con su andadera y se inclina para pregar. El doctor Mohammad Saied Ramadan Albouti, ya en sus noventa, lucidísimo con el rostro de asceta, el mayor estudioso religioso viviente del mundo árabe, incita desde el púlpito a la concordia entre las religiones del Libro, que adoran un Dios único. No hay que usar las armas, predica, hablando de “hermandad en la fe” y sosteniendo que vencerá “la certeza de que las diferencias de opinión no deben dividirnos”. Entre los fieles presentes en el recinto central –del que nosotros italianos estamos excluidos pues no somos musulmanes- todos los sirios italianos, incluido Oudai, se inclinan junto al viceministro.

Tras el servicio, concluido con una plegaria coral, Albouti nos habla en el salón de entrada  de la mezquita: “los ciudadanos sirios tienen un nivel de conciencia que les impide caer en la trampa. Es precisamente este conocimiento nuestra defensa contra esta agresión”. Tras haber citado el proverbio “Es un hermano tuyo aunque no haya sido generado por tu madre”, se dirige a nosotros: “Creo en vuestra hermandad más que en la de nuestros primos árabes que falsifican la verdad.”

Son las catorce. Bajo el calor y el cielo terso y azul, ante el imponente edificio del Banco Central en la Plaza de las Siete Fuentes asistimos a las pruebas de la manifestación de mañana en apoyo del gobierno y el presidente Bashar. Se escucha el himno nacional, se escucha el himno del Baath, las dos banderas desplegadas al viento; unos cincuenta militantes levantan el brazo derecho, extendido en el antiguo saludo. Trescientas personas delante del palco, al cual Pilato, Fallisi y yo, junto a los sirios italianos, hemos subido. Como periodistas, Sensini, Bernabei y Esposito están en medio de la multitud, fotografiando y entrevistando. Tras cantos y bailes populares, un imam libanés incita a resistir, expresando admiración por el pueblo sirio, exhortando al destino de una Siria siempre libre. Desde el palco, le devuelvo a la multitud el saludo con el brazo extendido. Terminado esto, nuevo paseo por el suk con Pilato y Sensini. Cuando volvemos, Fallisi me lee su primer, excelente escrito sobre nuestra experiencia, publicado posteriormente en el periódico Rinascita.

Sábado 5 de mayo
Hacia las siete, cerca del ministerio de Defensa, a un centenar de metros de nuestro hotel, una bomba destruye dos coches. Premuroso, Pilato se precipita a documentar el suceso antes de que retiren los restos. Más informaciones. Las ciudades epicentro del más feroz terrorismo son: Hama, ya teatro en 1982 de un terrorismo al que respondió, tras el atentado contra su persona en junio de 1980, la obvia represión de Hafez; Idlib, donde se siente más la acción desestabilizante de Turquía; Homs, donde fue descubierto un túnel que llegaba a territorio libanés; “nuestra” Daraa, iniciadora de la “rebelión”. En Banyas, ciudad infestada de grupos salafitas que esconden las armas también en las mezquitas, se habían infiltrado a principios de 2011 agentes del hijo del ex presidente libanés Hariri; puesto que el territorio subiendo desde el mar a las montañas está habitado en su mayoría por alauitas y cristianos, fue fácil bloquearles. Hace una semana la nave Lutfullah, registrada en Sierra León, fue bloqueada en el puerto libanés de Salaata: transportaba contenedores con armas de fuego de todo tipo destinadas a los terroristas. Zarpó de Libia y tras una escala en Alejandría de Egipto había partido para Trípoli en Líbano, nudo crucial para el suministro de los mercenarios. A primeras horas de la tarde, tercera visita al suk, siempre pululante de la humanidad más variada. Desde las 17 a las 19, participamos en la manifestación cuyas pruebas vimos ayer.

El viaje llega a su término y he llegado a las siguientes conclusiones:

  1. También la sociedad siria, aun estando compuesta por ciudadanos orgullosos de su independencia y su régimen laico, se está occidentalizando gradualmente en el sentido menos agradable.
  2. El partido hegemónico, el Baath, gobierna hoy con otros ocho partidos en una coalición y en el futuro habrá otros tantos, además de diputados independientes, lo que podría restar eficacia a su acción práctica, aunque no afecte a los postulados ideales.
  3. La campaña electoral, culminada con las elecciones del 7 de mayo, paso previo a la promulgación de la nueva Constitución, indudablemente es muy sentida por la población, como testimonian no sólo las caras de los candidatos –que con ello se exponen, particularmente en las zonas periféricas, a las represalias de los terroristas- sino también detallados programas políticos.
  4. Sólo un gobierno fuerte puede tener unidos, en un país así, a los grupos políticos y religiosos más dispares, grupos ausentes en el resto del mundo árabe, especialmente en los países del Golfo y en particular en Arabia Saudita, único país del mundo que, como nos ha recordado el presidente del Parlamento, toma su nombre oficial, no de un pueblo o un credo, sino de una familia.
  5. Con Irán, Siria es hoy el último bastión de libertad. Libertad para el mundo árabe, del cual se distingue por inteligencia, laicidad, tolerancia para con todos los credos y voluntad de modernización. Libertad para el mundo europeo, de frente al cual representa un eterno reproche, por no haber abdicado del orgullo de su independencia frente a las pretensiones de dominio planetario del americanismo/judaísmo.
  6. La realidad de siria es totalmente distinta de la que todavía nos dan a entender las televisiones occidentales y la Prensa Libre, aunque algo de autocrítica y rectificación se puede encontrar en ciertas reflexiones recientes, como la de Margherita Paolini en el cuaderno especial de Limes, n.1 de este año, en el ensayo “Siria, un caso de manual de desinformación estratégica”.


Domingo 6 de mayo
Nos levantamos a las cinco, una hora más tarde salimos del hotel. Mañana tersa, serena, sol, calles desiertas. Un solo control militar, antes del aeropuerto. Parto con Pilato, Fallisi y el doctor Jamal (que me ha entregado, como a los demás, otros cinco DVD con documentación sobre el terrorismo). Sensini permanecerá dos días más para las elecciones. Bonilauri ha partido para Moscú ayer. Esposito y Bernabei, el sábado. Los otros sirios italianos han aprovechado la ocasión para ir a visitar a sus familiares. Nos despedimos agradecidos del conductor del minibus y del funcionario de Información que ha estado siempre a nuestro lado, organizado de la manera más segura nuestros desplazamientos.

Trayecto Damasco-Amman (tierra jordana esteparia-desértica, bien diferente de la siria cultivada y verde), Amman-Roma (en Fiumicino cielo cubierto y llovizna), Roma-Malpensa (soleada tarde en un terso cielo azul). De nuevo en casa. Mucha nostalgia de un pueblo orgulloso y fiero, admiración por sus jefes. Allah, Siriya, Bashar wa bass!

Gianantonio Valli


NOTA DE PAOLO SENSINI

La mañana de las elecciones, quien se encontraba en Damasco como el autor de estas líneas, podía observar una gran animación alrededor de los colegios electorales. Señal de que el evento era considerado importante y, en varios aspectos, indicador de expectativas positivas para el futuro del país. Por todas partes se veían en las calles de la capital enjambres de jóvenes, dotados de distintivos electorales, que distribuían febrilmente folletos informativos sobre los candidatos de los distintos partidos en competición. El mismo gentío pude observar personalmente en el interior de un edificio utilizado como colegio electoral en la plaza Bab Thuma, una zona neurálgica bastante importante de la ciudad, donde un flujo ininterrumpido de personas se apretujaba para marcar la cruz en el símbolo elegido. Para evitar eventuales fraudes electorales, cada votante debía dejar una huella con el índice impregnado de tinta roja.

Los resultados, tras el escrutinio, han sido los siguientes: el Baath, partido al poder desde hace medio siglo en Siria, ha ganado las elecciones legislativas. En espera de los resultados oficiales y de datos precisos sobre la afluencia a las urnas, la prensa siria ha difundido resultados parciales del escrutinio concluido en los principales distritos del país. Según el diario al Watan, el Baath, que guía el Frente de Unidad Nacional, versión electoral del Frente Nacional Progresista, ha obtenido “una victoria aplastante” no sólo en Damasco, también en Daraa e Idlib, plazas fuertes de las protestas contra el régimen. Los partidos de oposición, agrupados en el Frente del Cambio y la Liberación, han obtenido en el distrito de Damasco sólo la elección de su líder, el opositor Qadri Jamil, secretario general del apenas nacido Partido de la Voluntad Nacional.

En la región costera de Tartus, los candidatos del Baath han arrasado junto con algún independiente. Análogamente en la región meridional de Suwayda, de mayoría drusa, la participación ha sido del 58 por ciento y aquí también el Baath ha vencido claramente, con algunos independientes elegidos. En la región fronteriza de Quneitra (lo que queda del Golán sirio), de cinco escaños cuatro han sido para el Frente de Unidad Nacional guiado por el Baath y uno a un independiente. Mismos resultados en la región meridional de Daraa y en la noroccidental de Idlib.

El Syrian National Council, el organismo genéticamente modificado controlado desde el extranjero por Burhan Ghalioun y llamado despreciativamente por los sirios “Consejo de Estambul”, ha boicoteado las elecciones estigmatizando como “falsa” la apertura a nuevas fuerzas políticas: los nuevos partidos (nueve en total), afirman desde el SNC, “son construcciones artificiales del gobierno, con candidatos desconocidos”. También para la ONU, a la cual sin embargo no debería corresponder pronunciarse sobre las decisiones políticas e institucionales internas de un país, “las elecciones no entran en la lógica de un diálogo político comprensivo que permita un futuro democrático para Siria”. Este era el clima “preparatorio” que se respiraba en la consulta electoral siria.

Con las urnas cerradas, el miércoles 9 de mayo, un artefacto ha hecho explosión cerca de la ciudad de Daraa, pocos instantes después del paso el convoy de la ONU, en el que estaba también el jefe de la misión, el noruego Robert Mood. Pero era sólo un pequeño aviso de lo que vendría pocas horas después. El día siguiente, en efecto, en la concurrida circunvalación de dos carriles que lleva al aeropuerto de Damasco, al lado del barrio popular de Al Qazzaz, zona normalmente atestada de empleados que se dirigen al trabajo y estudiantes, un doble atentado ha sacudido la ciudad como nunca antes. Ha sido el más devastante acto terrorista realizado por un kamikaze desde que empezó la crisis siria, que ha costado la vida a 70 personas y ha dejado 400 heridos, muchos de ellos gravísimos.

Los medios internacionales, diligentes como nunca, han insinuado en seguida la duda de que el atentado, no habiendo sido reivindicado por ninguna organización, ha sido obra del régimen para achacarlo a los opositores internos y externos. Una acusación ni siquiera demasiado velada al gobierno y los aparatos de seguridad sirios de haber organizado la masacre de sus mismos ciudadanos, hipótesis que naturalmente jamás consideran cuando se trata de actos terroristas en otros países, so pena del infamante sambenito de “complotismo”. “¿Qué habría sucedido si en vez de Damasco, en Siria, un atentado así se hubiera cometido en Tel Aviv o Jerusalén?” ha preguntado polémicamente a la comunidad internacional el patriarca greco-católico (melquita) Gregorios III Laham. Pregunta más que legítima y sensata, pero desgraciadamente no tendrá ninguna respuesta. El único resultado tangible de esta atroz acción terrorista ha sido hacer descender un silencio te tumba sobre los resultados de las elecciones del 7 de mayo, concentrando de ahora en adelante toda la atención internacional sobre la “insostenible situación del régimen de Bashar al Assad” y sobre las acciones presentes y futuras de la “Comunidad internacional”.

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