"Hubo un tiempo en que el pensamiento era divino, luego se hizo hombre, y ahora se ha hecho plebe. Un siglo más de lectores y el Espíritu se pudrirá, apestará"

Friedrich Nietzsche

martes, 31 de julio de 2012

VIAJE A SIRIA (2)


Por Gianantonio Valli

Martes 1 de Mayo
Nos despertamos a las 9 y partimos con el minibus, junto a un periodista cubano con el que nos entendemos en español, hacia uno de los mayores hospitales de Oriente Medio, dirigido por militares, con médicos y enfermeros sirios y de otras nacionalidades. Protegido con puestos de control, es una estructura imponente, con unidades para la cura de tumores y el transplante de médula, con capacidad de 1.200 plazas de las cuales en ese momento 700 estaban ocupadas por civiles y 110 por militares heridos. Nos acoge con gran afabilidad el director, un general, médico especialista en ortopedia, cristiano e hijo de campesinos. Cada día, nos dice, llegan una quincena de militares heridos, y unos quince son los “mártires” (shahid, plural shouada), militares y civiles, que mueren cada día. Hace cinco meses que el general no ve a su mujer e hijos, que han permanecido en el pueblo donde residen, en una zona relativamente segura.

Presionado por nuestras preguntas, responde a las de carácter no militar, informándonos de que ayudando a los terroristas de fuera, infiltrados desde Turquía, Líbano, Jordania e Irak, hay miles de delincuentes sirios, en parte ya condenados, en parte en espera de juicio, que durante los últimos años han escapado de la justicia. La mayor parte de los cristianos hace ya meses que han huido de las zonas plagadas de terroristas, armados no sólo con fusiles, ametralladoras y explosivos de todo tipo, sino también con lanzacohetes. El general observa además que, a causa del clima de tensión y miedo, en los últimos años ha observado un aumento de las mujeres que llevan el velo. En las zonas afectadas han sido cerrados muchas tiendas. El 90% de los sirios está cansado de esta situación, y precisamente de este desgaste esperan sacar provecho los terroristas y las potencias enemigas para debilitar el gobierno. El comercio interno y los intercambios internacionales han disminuido notablemente. Los precios se han duplicado en seis meses, la construcción está casi completamente parada en todas partes.

En Homs, una de las ciudades más afectadas, ha sido descubierto un ramificado túnel de fuga excavado por los terroristas, de dos kilómetros de largo. Al principio el gobierno, para no exasperar el descontento, real en algunas zonas del país, ha intentado dialogar con los opositores. Esto ha hecho perder tiempo precioso, les ha dado alas a los terroristas y ha permitido a turcos, americanos, franceses e ingleses, apoyados por las monarquías reaccionarias del Golfo, en particular Arabia Saudita y Qatar, de seguir adelante con sus planes. Por fortuna Siria no sólo posee buenas fuerzas militares, en particular una defensa antiaérea de alto nivel, no sólo se encuentra en una situación geoestratégica extremadamente delicada cuya perturbación  podría alterar los equilibrios en los países vecinos, sino que goza del aberto apoyo de Rusia…finalmente despierta después de que le tomaran el pelo –como a China- los demás miembros del Consejo de Seguridad con sus bonitas palabras, en la intervención “humanitaria” contra Libia.

Terminadas las preguntas y el intercambio de opiniones, nos conducen a visitar a los pacientes. El primer soldado qu encontramos, 22 años, ha sido herido en Daraa el 18 de abril, mientras estaba de servicio en un puesto de control junto a los observadores de la ONU; algunos manifestantes, salidos de la multitud, lo habían agredido, golpeado en la cabeza y finalmente le habían disparado. El segundo es el coronel Ahmed Mansour, al que se le ha amputado la pierna izquierda, perdida a causa de un artefacto explosivo de fabricación franco-israelí colocado bajo su coche en Damasco el 3 de abril. Tras haber hablado del atentado del cual ha sido víctima, con voz tranquila nos recuerda que en Homs ha visto con sus propios ojos a los terroristas, que califica como ignorantes –en gran parte libios y afganos- secuestrar y degollar brutalmente un grupo de civiles al grito de “Allah Akbar” (Dios es grande): “Siria es víctima de un complot oculto, guiado por los Estados Unidos de América, y detrás de ellos están Arabia Saudita, Qatar y Turquía. Son ellos los financiadores de estos terroristas asesinos”. El tercero es el mayor Ihsan Jaavar, que el 25 de abril ha sido alcanzado en Daraa en el brazo derecho, por lo cual lleva un aparato ortopédico con una innatural desviación en la muñeca, habiendo sido lesionado el nervio radial; tras un intercambio de fuego de tres horas y media, sus soldados, atacados por un grupo de cuatrocientos terroristas, han tenido seis muertos.

El cuarto soldado, alcanzado en la cadera izquierda por un francotirador en Homs durante la limpieza del territorio en diciembre de 2011, está en el hospital por complicaciones infectivas en sus heridas. El quinto, un joven brigada del Ejército, el 26 de abril ha sido secuestrado mientras caminaba por las afueras de Damasco, herido por por una decena de disparos, arrojado en un foso y dado por muerto; aún está en coma, con el brazo derecho fracturado en tracción, tiene una máscara de oxígeno, la subclavia izquierda canulada, suministro de plasma y aspiración de la cavidad pleural derecha. El sexto, un suboficial de cabellos grises herido en un tiroteo, hace algunos días, ya en el hospital, ha recibido la noticia de la muerte de su hijo, también militar; en la habitación está presente su mujer; conmovido, Pilato les estrecha la mano, expresando comprensión por su dolor pues también él es padre. El séptimo, la pierna derecha en tracción, es un joven brigada de limpia mirada que con sus 25 soldados, ha sido atacado el 21 de abril en el mercado de Daraa; en la emboscada han caído cinco de sus hombres, y doce han resultado heridos. El octavo es un civil que mientras conversaba con conocidos suyos delante de su tienda ha sido alcanzado por disparos de metralleta por ser “tibio” hacia los terroristas. Al final de la visita, rodeados por médicos, enfermeros y personal vario, nos enteramos de la llegada de un joven militar caído. Llevado al depósito en una tosca caja de madera, abierta durante algunos segundos para el reconocimiento por parte de familiares y amigos, asistimos a la desesperación de los padres. Cerrado el ataúd después de que Pilato filmara brevemente el rostro devastado, se le entrega a los familiares y se lo lleva una ambulancia para el entierro.

Por la tarde visita de grupo al suk, el mercado cubierto de la ciudad vieja. Para llegar, intenso tráfico de coches y personas en las amplias calles, semáforos dotados de una cuarta luz que indica los segundos restantes de rojo y verde, muchos con señales acústicas para los invidentes, guardias de tráfico en uniformes impecables. Oudai nos ofrece bebidas, cada pocas decenas de metros se encuentran puestos con zumos de naranja, pomelos y granadas. Después de los horrores del hospital nos parece estar en otro mundo, frenético, vertiginoso, risueño bajo el sol y el viento que ha barrido el cielo gris de la mañana. Muchachas vestidas a la occidental, también con pantalones, otras con velos de todo tipo, generalmente con el que rodea el rostro, otras sólo con los ojos visibles, raras las espectrales figuras negras con el burka. Después de la visita al suk y a la mezquita de los Omeyas, donde intercambiamos alguna palabra con tres jóvenes filogubernamentales de Aleppo, entusiastas por haber recibido nuestra solidaridad, la principal mezquita chiíta, donde nuestro estalinista se conmueve, vagabundo sin meta, hasta que se decide a tonificar la indolente musculatura en un hammam (baño turco).

lunes, 30 de julio de 2012

VIAJE A SIRIA (1)


[Como anunciado en El Blog del Oso Solitario: Acoso a Siria  publicaré durante los próximos días, según el tiempo que pueda dedicar a ello, el diario de un viaje a Siria por Gianantonio Valli, de la revista italiana L'Uomo Libero. Sin ningún comentario o valoración por mi parte, cada lector se formará su opinión; es una traducción exacta e integral que completaré en cuatro o cinco entregas. El relato es de hace dos meses y la situación actual seguramente será más dramática que la descrita en el artículo, pues en estos dos meses se han recrudecido los combates en Siria.]

Gianantonio Valli
 
Siria 2012- Baluarte de libertad

Diario de un viaje

Nunca agradeceré lo bastante a los Dioses haberme dejado vivir este último, atroz ventenio de mentiras, caracterizado por el desbordamiento planetario del americanismo/judaísmo. Porque he podido tener una experiencia directa, ver con mis propios ojos, tocar con la mano cómo es posible manipular las masas del mundo de la manera más descarada a través de los medios de “información”, creando realidades ficticias por medio de imágenes bien estudiadas, comentarios de “competentes” fabricantes de opinión, “testimonios” de presuntos testigos oculares. En particular me refiero a la larga, programada secuencia de masacres cometida –con toda la buena conciencia “humanitaria” avalada por la estupidez de los pueblos del Libre Occidente- por Francia, Inglaterra, EEUU e Israel.

Recuerdo:

1)La masacre del primer Bush contra Irak.
2)El cotidiano reguero de atrocidades durante ocho interminables años contra el mismo pueblo por parte de Clinton.
3)La segunda y más amplia masacre por obra de Little Bush y continuado por el  bronceado Premio Nobel de la Paz, con su serie de erradicaciones como en Fallujah, matanceada [Nota: este autor suele usar un lenguaje bastante particular y pintoresco que intentaré transmitir] con el fósforo blanco en medio del silencio ensordecedor de la Prensa Libre.
4)El autoatentado de las Torres Gemelas, pretexto para el asalto a Afganistán y la guerra planetaria al “terrorismo”.
5)La sangrienta disolución de Yugoslavia y la guerra construida contra Serbia por la OTAN.
6)La destrucción de Líbano por obra de Israel, rabioso por haber sido detenido en las fronteras por un puñado de Hezbollah.
7)La masacre, otra vez con el fósforo, de la población de Gaza por Israel.

Volviendo a los años del colapso de los regímenes comunistas, recordemos la construcción mediática del golpe de Estado en Rumanía, el risible golpe contra Gorbachov y el auténtico cañoneo de la Duma por parte de Yeltsin, el borrachín hecho jefe de Estado por la alta finanza; la represión militar de los argelinos (doscientos mil muertos) tras la inesperada victoria del Frente Islámico de Salvación. Siempre en medio del más completo, cómplice silencio de Occidente.

La escalada en la depredación de los recursos energéticos y del espacio estratégico norteafricano y próximo-oriental, estrategia programada desde los años noventa, la “primavera árabe” con las revueltas teledirigidas en Túnez, Egipto, Libia y Siria, la brutal represión de los movimientos de libertad en Yemen y en Bahrein por EEUU, todo esto forma parte de la segunda, más agresiva fase del proyecto. Proyecto que ha incluido la defenestración de los jefes de Estado ya “desacreditados” como en Túnez y Egipto (notable la conducción del golpe en Egipto, disfrazado como movimiento popular) o la agresión armada –con el pretexto de detener una “guerra civil” y defender los “derechos humanos”- como en la matanza de Libia, con el asesinato de decenas de miles de leales al gobierno de Muammar Gadafi. Como también, por obra de los mismos autores, la tentativa de abatir el legítimo gobierno de Damasco y la amenazada masacre contra el pueblo sirio.

Educado por tales episodios, nauseado por la hipocresía y consciente de la mentira esparcida a manos llenas en cada uno de los eventos mencionados (valga un ejemplo por todos: las “armas de destrucción masiva” tomadas como pretexto para la matanza iraquí), he aceptado de buen grado la invitación, como colaborador de L’Uomo Libero, de testimoniar la realidad siria.

Lunes 30 de Abril
De mis seis compañeros de viaje italianos he encontrado, llegado desde Malpensa [Milán] cinco en Fiumicino [Roma] junto a nueve sirios, que desde hace años viven en Italia y serían nuestra guía en su patria; fuimos despedidos a la salida por el embajador en Roma. Un grupo guiado  por el doctor Jamal Abu al Abbas, médico pediatra, compuesto por hombres y una mujer, también ella una colega, dirigente en Roma de un grupo de cirugía de urgencias; de agudo ingenio, cultos, dotados de sensibilidad e ironía, procedentes de los más variados estratos sociales.

Los italianos eran el siciliano Filippo Fortunato Pilato (católico tradicionalista residente en Irlanda, precioso, infatigable operador en internet con su Syrian Free Press), el romañol Paolo Sensini (libertario, ensayista e historiador), el milanés Giuseppe “Joe” Fallisi (anarquista, tenor, activista por los derechos humanos, que participó en la Freedom Flotilla de Gaza, agredida por los israelíes en aguas internacionales, observador de la masacre de Libia el año pasado), el romano Matteo Bernabei (periodista de Rinascita), el napolitano Michele Esposito (corresponsal de la agencia ANSA). Cuando llegamos a Damasco por la noche, nos reunimos con Stefano Bonilauri que venía de Moscú, joven nacionalcomunista emiliano, de las Edizioni all’Insegna del Veltro y miembro del grupo Stato e Potenza. Un conjunto por tanto muy variado, en el cual la sal de la cohesión fue aportada por Oudai Ramadan, estalinista hasta el punto de escoger “Soso” como “nombre de batalla”, hijo del jefe espiritual de los alauitas, que sobrevivió a un atentado en su nativa Tartus el 7 de Noviembre de 2011, que fue nuestor intérprete. Culto, afable, sensible, difícilmente irritable, con la cadencia del más puro dialecto pisano, Oudai sería, rrealizando un trabajo de organización imporesionante por mole y cantidad, la guía en nuestro viaje de conocimiento.

Partimos desde Fiumicino a las 15, aterrizamos a Damaso hacia las 22. No existiendo vuelos directos hacia Siria por el embargo/boicot decidido también por Italia contra las Syrian Airlines, tuvimos que viajar con la Royal Jordanian, con escala y larga espera en Amman. Nos hospedamos en el centro de la ciudad, en el hotel Cham (Levante).

domingo, 29 de julio de 2012

PREDECIR LA MUERTE


MASSIMO FINI

¿Predecir la muerte? La incertidumbre es mejor; es la verdadera sal de la vida

“Il Gazzettino”  20-Mayo-2011

Insistiendo e insistiendo de nuevo, lo hemos conseguido. O casi. Una de las ambiciones de la medicina tecnológica es poder predecir el día de nuestro nacimiento y el de nuestra muerte. Ahora una sociedad británica, la Life Length, va a sacar al mercado un test capaz de establecer cuánto nos queda de vida. Se trata de un simple análisis de sangre elaborado por una estudiosa española, María Blasco, del Centro Nacional de Investigaciones sobre el Cáncer de Madrid; se basa en la medición de la longitud de los telómeros, las partes terminales de los cromosomas. Cuanto más cortos son, menos vida tienes por delante.

El test ha hecho surgir varios reparos. Por ejemplo la hipótesis de una compañía de seguros que se niegue a estipular una póliza de vida si el beneficiario no acepta someterse al test. Colin Blakemore, un neurocientífico de Oxford, expresa en cambio otro tipo de duda: “Mi preocupación principal –afirma- tiene que ver con la fiabilidad del test. Tenemos que saber mucho más antes de hacer previsiones”.

Y menos mal, por suerte, que al menos por ahora es así. Si uno supiera desde el nacimiento cuánto vivirá, aunque fueran 80 años, se pegaría un tiro. Porque la vida no sería otra cosa que una larga agonía en espera de la muerte. Cada día que pasa sabríamos che el momento fatal se acerca. Entendámonos, esto ya lo sabemos y es por ello que nos agitamos, que nos afanamos en hacer cosas, nos esforzamos, nos dedicamos a mil ocupaciones: para olvidar que nuestro fin es inevitable, para calmar nuestra subyacente angustia de muerte. Pero una cosa es saber que podemos morir mañana o dentro de treinta años, y otra muy distinta tener la certeza matemática de la fecha final. Escribe Nietzsche: “Hamlet, ¿quién lo entiende? No es la duda, sino la certeza, lo que mata”. Es justamente la incertidumbre que nos permite vivir, que hace nuestra vida tolerable. La crueldad de la pena de muerte no está en a supresión de una vida (cada día mueren millones de personas por los más variados motivos) sino en el hecho de que el condenado sabe con certidumbre el día en que morirá. Sus últimas semanas son una tortura aterradora y cada condenado espera en su corazón que el verdugo haga su aparición lo antes posible, incluso antes del tiempo previsto, para evitarle este sufrimiento.

Volviendo al test, para quien lo haya realizado, naturalmente, la angustia aumentaría cada día que pasa. Escribe Cicerón: “No hay hombre, por muy viejo o enfermo que esté, que no piense que puede vivir almenos un año más”. ¿Por qué queremos quitarnos también estas ilusiones? ¿Por qué queremos racionalizar la vida hasta este punto? ¿Por qué, con un incansable esfuerzo, seguir yendo contra la Naturaleza? Si la naturaleza no nos ha dado ninguna certeza matemática sobre nuestra vida y nuestra muerte habrá alguna razón para ello. Respetémosla. Cada uno de nosotros morirá, esto está claro. Pero no sabemos cuándo. Y es un bien para nosotros que sigamos sin saberlo.

El error fatal del Iluminismo es querer examinar todo, como la palabra indica iluminarlo todo, quiere conocerlo todo. Y en cambio es bueno que ciertas cosas sigan en la oscuridad, en el misterio y, digámoslo también , en una sacrosanta ignorancia.

domingo, 22 de julio de 2012

UNA VIDA BASTA Y SOBRA


[Volvemos a publicar algunos artículos de Massimo Fini, autor que aprecio mucho, sobre las patologías profundas de la sociedad moderna y tecnificada, que lejos de liberar al hombre en muchos aspectos lo oprime y lo condena a una insatisfacción oscura y permanente]


Massimo Fini

Mi slogan es: morir antes, morir todos. La segunda parte es impepinable, la primera, obviamente, discutible. Ya en 1919, cuando los horrores de la medicina tecnológica no habían alcanzado todavía los niveles actuales, Max Weber escribía: “La premisa general de la medicina moderna es que sea considerada positiva, únicamente, la tarea de la conservación de la vida…Todas las ciencias dan una respuesta a esta pregunta: ¿qué tenemos que hacer si queremos dominar ‘técnicamente’ la vida? Pero si queremos o no dominarla técnicamente, si debemos hacerlo y, en definitiva, si eso tiene verdaderamente un significado, esta cuestión no la afrontan o bien lo admiten implícitamente para sus fines”.

En la sociedad contemporánea, que se ha olvidado no sólo de Weber sino también de una sabiduría milenaria, el alargamiento dela vida no es solamente un must sino una bandera que ondea orgullosamente en el mástil más alto de la nave de la Modernidad.

Es necesario desbrozar el campo de un deliberado y no inocente equívoco difundido por los científicos, los médicos y los historiadores: que en la era preindustrial la vida era cortísima, 32 años o poco más. Una impostura ideológica. Los hombres y las mujeres del Medioevo se casaban, en media, respectivamente a 29 y 24 años; no habrían tenido ni siquiera el tiempo para criar a sus primeros hijos y, mucho menos, de criarlos por docenas como hacían. El hecho es que se confunde la vida media, en cuyo cálculo entran la mortalidad neonatal y perinatal (que además seleccionaba naturalmente los más robustos) con la vida efectiva de aquellos hombres. Sin entrar en complejas comparaciones estadísticas recordemos que padre Dante coloca “la mitad del camino de nuestra vida” en los 35 años y que, dos mil años antes, el biblista afirma “setenta son los años de vida del hombre”. El cotejo no hay que hacerlo por tanto con la vida media (que es una estadística artificial) sino con la expectativa de vida del adulto. En este aspecto hemos ganado algo, porque hoy los hombres tienen una esperanza de vida de 78 años y las mujeres de 83. Una decena de años más, que no son pocos. Pero hay que ver cómo se viven.

Para empezar están los horrores del “ensañamiento terapéutico”, gracias al cual al natural miedo a la muerte se ha añadido un abyecto terror a que te “salven”, condenándote, durante años, a una existencia mutilada, humillada, indigna de un ser humano. En el fondo la muerte, si respeta los tiempos naturales, es algo limpio, pero nosotros hemos conseguido convertirla en un acontecimiento sucio, inhumano. Además está la aterradora soledad de los viejos y la pérdida de cualquier función que hubieran podido tener. En Europa sólo el 3,5% de los ancianos vive con sus propios hijos. El viejo, al contrario de lo que sucedía un tiempo, ya no es el depositario del saber sino que, superado por las continuas innovaciones tecnológicas, ha perdido este papel. Como escribe el historiador Carlo Maria Cipolla “en la sociedad agrícola el anciano es el sabio, en la industrial es un desecho”. A esto se añade esa abstracción cruel que solamente la manía de codificar propia de la burguesía y de la modernidad podía inventarse: la pensión. De la noche a la mañana pierdes el puesto que tenías, aunque fuera modesto, en la sociedad, y te arrojan en el trastero de la chatarra. Y ahora vete a cuidar las gardenias, pobre, viejo e inútil capullo.

Pero ya antes, como entremeses, están la prevención y el terrorismo diagnóstico. A cualquier edad es necesario chequearse, manosearse, auscultarse, hacer media docena de exámenes al año. Ya no se puede fumar, no se puede beber, hay que hacer dieta. Debemos vivir hibernados, viejos desde la juventud. El griego Menandro (siglo III a.C.) divisaba lejos, muy lejos, nuestra sociedad, cuando cantaba: “Los Dioses aman a quien muere joven”

domingo, 15 de julio de 2012

ESCLAVOS DE LOS BANCOS (4)


[Con esta entrada termino el pequeño ciclo de textos de Blondet extraídos de su libro "Esclavos de los bancos". El libro en general es excelente y lo que he traducido es sólo una parte muy limitada de la reflexión de Blondet. El lector que quiera profundizar en estos temas de la mano de economistas reconocidos, que en mayor o menor medida han explicado el carácter inicuo y fraudulento e del sistema económico monetario actual, puede leer entre otros a John K. Galbraith y Joseph Stiglitz, que no son excesivamente 'heréticos', pero sobre todo a Maurice Allais y a la economista Margrit Kennedy, que ha realizado extensas investigaciones sobre los impuestos e intereses ocultos que pagamos todos al sistema bancario; para corregir esta situación propone la introducción de monedas locales junto a las ya circulantes, para evitar las crisis de origen monetario y el condicionamiento continuo que supone para la sociedad estar en manos de la deuda y de los usureros que gobiernan el mundo.]

Los saqueadores

Ahora empezamos a entender porqué la Iglesia y los teólogos medievales prohibían el préstamo con intereses, como lo prohíbe el Islam, y como lo prohíbe incluso el hebraísmo, por lo menos entre hebreos. Porque en la economía usurera las empresas están obligadas a crecer para pagar a los usureros, so pena de desaparecer. No son por tanto las necesidades humanas lo que dicta el ritmo de la economía sino las exigencias de la banca. El crecimiento del producto interno bruto no es –no siempre es- necesario para el bienestar de la población; es el imperativo impuesto contra los verdaderos intereses del pueblo, con el objetivo de maximizar la retribución del capital.

Hemos ya alcanzado el punto más allá del cual el crecimiento económico obligado saquea los recursos naturales, devasta la naturaleza (el dono gratuito del cual todos vivimos) y se vuelve insostenible: el ecologismo, entre sus fantasías y sus alarmismos, tiene aquí su parte de razón. […]

Las necesidades reales del hombre alcanzan  un punto de saturación natural, después del cual –por muchas sugestiones y trucos que se invente la publicidad- es difícil convencer el consumidor a consumir más. Así el sistema bancario alimenta con capitales, sobre todo, sectores donde la saturación puede ser aplazada al infinito o con sugestiones psicológicas (la moda, los autos último modelo, los superfluos gadget electrónicos que no podéis no tener si queréis estar a la altura: en una palabra, la sociedad del espectáculo que os vende ilusiones) o con maniobras políticas. Tal es el caso, trágico, de la industria del armamento: el arsenal de armas de un Estado no será nunca suficiente, mientras sea posible hacer creer a los políticos que el enemigo se está armando aún más. Durante decenios el juego ha salido bien agigantando a amenaza del enemigo soviético; hoy el juego continúa con un enemigo aún más fantástico, el terrorismo global. La guerra global al terrorismo proclamada por la administración Bush Jr. Es la gran, extrema invención para estimular la economía usurera y retribuir cada vez más el capital. Mientras que en el sector civil el capital invertido puede generar un beneficio del 5%, en el sector militar no son raros márgenes del 50%; especialmente si se está en medio de una guerra global y permanente.

Pero la auténtica gran invención para retribuir al capital en perjuicio de todos, es la especulación financiera. El juego de la Bolsa, alimentado continuamente con nuevos instrumentos financieros creativos. Este juego, precisamente porque no satisface ninguna necesidad natural y en cambio suscita una sed de lucro insaciable, puede continuar realmente sin límites. Los fondos y las sociedades de inversión proponen beneficios elevados para atraer los capitales y los ahorros; aquí comienza el carrusel. Después viene, periódicamente, inevitablemente, una burbuja financiera, que en sí misma favorece una ulterior excesiva retribución al capital.

Durante un tiempo, los incautos que han puesto ahí sus ahorros se sienten ricos, y quieren ser más ricos. Sus consultores, fondos y bancos los encandilan con frutos cada vez mayores, que de alguna manera y durante algún tiempo deben poder efectivamente mostrar.

Es necesario repetir una vez más que todo el crecimiento en campo financiero es falso. La finanza no produce riqueza: quien gana con ella, lo hace a expensas de alguien que se empobrece. En realidad riquezas increíbles son destruidas por la Bolsa y la especulación. Peor aún: la burbuja financiera tiene siempre necesidad de nuevos incautos que entren, para engullirlos pues es a su costa que aumenta, para que unos pocos se enriquezcan.

No tarda mucho en llegar el momento en que la rentabilidad extrema del capital se persigue y obtiene con cualesquiera medios, incluso los más deshonestos.

[…]

Es éste el motivo no de algunos, sino de todos los juegos especulativos. Por mucho que nos repitan que la Bolsa es necesaria porque reparte y asigna eficazmente los capitales, que la especulación es la mano invisible del mercado que alimenta con dinero las actividades mejores con infinita e infalible sabiduría. El verdadero motivo es el saqueo y el efecto no es una mejor utilización del capital, sino dilapidarlo; y al infierno con el resto de la sociedad.

Podéis no dar crédito a quien escribe estas líneas. Pero al menos creed a un premio Nobel de Economía, Maurice Allais.

He aquí lo que piensa Allais de los productos derivados, estos fantásticos instrumentos financieros creados a la medida de los fondos especulativos llamados hedge funds: “Los enormes beneficios de los hedge funds implican riesgos también enormesinutilidad de estas especulaciones para le normal funcionamiento de la economía, y más aún la inestabilidad fundamental que generan, y los considerables riesgos que hacen correr a la economía.”

Allais ha propuesto, en vano, “prohibir la especulación sobre los derivados y liquidar por ley todos los hedge funds…no se puede correr el riesgo de desestabilizar la economía mundial con el único pretexto de permitir las ganancias de los especuladores.”

Allais no tiene mejor opinión de la Bolsa: “La organización actual de los mercados financieros ha sido concebida únicamente en el interés de quienes utilizan estos instrumentos nuevos. Es una organización fundamentalmente nociva para el conjunto de la economía; es en su esencia desestabilizante; favorece una excesiva volatilidad en los mercados; se presta a toda clase de manipulaciones; genera fraude y es inútilmente costosa.”

“Parece difícil llamar ‘inversores’ a operadores cuya única motivación es especular sobre el comportamiento gregario de la masa de los especuladores. No se trata aquí d decisiones económicas de inversión, sino de puras operaciones especulativas donde solamente los ‘insiders’ pueden ganar.”

[…]

[Sobre el sistema monetario actual Allais opina que] “toda creación monetaria equivale a un impuesto que recae sobre quienes ven sus ingresos disminuidos por el alza de precios que la creación de moneda provoca […] como mínimo el beneficio que genera la creación privada de moneda, que es considerable, debería ser atribuido al Estado, con lo cual podría reducir la cuantía de los impuestos…la creación de moneda debe volver a ser prerrogativa del Estado, sólo del Estado.”

[…]

Estas y otras propuestas, de un economista Nobel, son al mismo tiempo concretamente posibles y sin embargo radicalmente subversivas contra el sistema bancario  y el gran fraude financiero. Si fuesen aplicadas, abolirían de un plumazo la inflación y la creación privada de moneda ex nihilo, de la cual la banca obtiene indebidamente lucro, la especulación financiera, el crecimiento drogado por la multiplicación de pseudocapital, y la carrera ansiosa y perdedora de los trabajadores y los ahorradores contra el aumento del coste de la vida.

Todo esto no es un sueño. Si no es fácil realizarlo no es porque viole alguna ley económica; es porque poderes muy fuertes tienen interés en mantener el sistema vigente, y lo perpetúan.

¿La prueba? El tratado de Maastricht, en el artículo 104, prohíbe expresamente a los países europeos la emisión de moneda central, del Estado, no gravada por intereses. La creación monetaria se reserva exclusivamente a los bancos.

Los bancos en efecto han dictado el tratado de Maastricht; en su exclusivo interés, y no en el nuestro, las burocracias han construido esta Europa.

Pero otra economía es posible. Una economía del pueblo y para el pueblo. El problema no es técnico. Es político. No hace falta más que tomar en mano otra vez la libertad que una vez fue de los europeos, y recuperar la soberanía que fue de los Estados. De aquí, si queremos, comienza la lucha de liberación.

domingo, 8 de julio de 2012

ESCLAVOS DE LOS BANCOS (3)


Cómo devalúan vuestro dinero

Lo que hemos explicado anteriormente no es más que una parte del proceso inflacionario puesto en marcha por los bancos. Porque la banca inflaciona el dinero de manera aún más radical, con su misma existencia.

Para comprenderlo será necesario ilustrar una verdad entre las más disimuladas: hoy la moneda es, esencialmente, deuda.

Cuando necesita dinero, el Estado emite deuda pública: el Estado se compromete a pagar a quien la posee una cierta suma, con un tipo de interés determinado, en una determinada fecha.

Pero estos títulos no son aún dinero, no son todavía euros, o dólares. Pues la facultad de transformar la deuda pública en dinero pertenece al Banco Central [Nota: o los demás bancos que compran la deuda. También particulares pueden hacerlo pero esto no contribuye a la inflación] que compra estos títulos al Estado y los registra como activos.

Son activos porque se considera que el Estado emisor pagará antes o después su deuda. ¿De dónde viene esta confianza en la solvencia del Estado? De que el Estado puede extraer de sus ciudadanos todo el dinero que quiere a través de los impuestos; por tanto en los contribuyentes, en su trabajo y sus ganancias, se basa en definitiva la solvencia del Estado.

El Banco no arriesga entonces prácticamente nada. Registra los títulos de deuda pública como activo que utiliza para abrir un correspondiente pasivo, que es la cuenta abierta a nombre del Estado y de la cual éste puede retirar dinero […] y emitir órdenes de pago para pagar sus gastos.

Esta es la primera hornada de moneda ex nihilo que aumenta la masa monetaria presente en la economía, haciendo aumentar los precios de bienes y servicios. Pero es sólo el principio.

Los suministradores y los dependientes del Estado, en efecto, cuando reciben sus pagos, los depositan en cuentas corrientes. Allí cambian su naturaleza: se convierten en depósitos bancarios.

Doble naturaleza: la banca los registra como pasivos (porque algún día los deberá restituir pagando intereses) pero también como activos con lo cual están disponibles para conceder préstamos a terceros (cobrando intereses mucho mayores de los que paga por los depósitos).

Pero hay más: una vez registrados en los libros, los depósitos cambian de nombre y se convierten en reservas bancarias.

Gracias a este cambio mágico de nombre comienza la fantástica multiplicación de pseudo-capital. El truco se llama en la jerga bancaria (para que los profanos no lo entendamos)  reserva fraccionaria. Un depósito de 100 euros de un cliente es la reserva, que permite al banco prestar hasta 900 euros en total. Esto si el Banco Central ha ordenado a los bancos comerciales mantener reservas del 10% […]

El lector estará algo perplejo: ¿Cómo puede la banca prestar dinero cuando el depositante puede retirarlo en cualquier momento? ¿Cómo puede tener prestado nueve veces más de lo que tiene en caja?

En efecto la banca es radicalmente insolvente. Cuenta con que estadísticamente es muy improbable que todos retiren enteramente sus depósitos al mismo tiempo.

[Nota: es necesario dar aquí alguna explicación adicional porque creo que el texto original de Blondet no detalla este punto suficientemente y es algo confuso. No sé si mi explicación aclara mucho o no pero me parecía necesaria.

El mecanismo de la reserva fraccionaria permite al banco prestar 90 de los 100 euros depositados. Estos 90 euros a su vez serán depositados en el banco –que sea el mismo u otro no es relevante pues todo el sistema bancario está conectado y funciona como un gran banco- y por tanto con estos 90 euros depositados se podrá hacer otro préstamo de 81 manteniendo una reserva de 9 –el 10%-. En principio este proceso puede seguir indefinidamente y –es un ejercicio elemental de matemática- el resultado es una masa de préstamos con un límite teórico de 900 euros por cada 100 euros depositados en los bancos.

Límite teórico que no se alcanza porque no todo el dinero retirado va a parar a otro banco: hay transacciones en forma de billetes y monedas, y además pero el límite teórico se alcanzaría si todas y cada una de las transacciones económicas se realizaran a través del sistema bancario y los bancos consiguieran prestar hasta el máximo que se les permite. Por eso ponen tanto empeño en limitar las transacciones en metálico y obligar cada vez más a que todo pase por los bancos, con la excusa de la lucha contra el reciclaje y el dinero negro.

Es una cadena de préstamos y depósitos; aunque en cada anillo de la cadena el banco no haya prestado más de lo que ha recibido en depósito –ha prestado el 90%- el sistema bancario en su conjunto sí. Visto como un todo, globalmente, el sistema bancario ha recibido 100 euros en depósito y ha prestado –lucrando intereses- 900. Estos 900 euros son los sucesivos depósitos realizados por quienes han recibido los préstamos, es la cantidad total depositada. La insolvencia de los bancos reside en que los depositantes pueden exigir su dinero en cualquier momento y los bancos que han prestado no. Si todos los depositantes quisieran retirar el dinero en un cierto momento, al banco le faltarían estos 900 euros que no tiene en caja, los cuales puede exigir porque los ha prestado, pero no en ese momento, solamente en una fecha futura. De hecho ni siquiera existe todo ese dinero que es puramente virtual.

El mecanismo de la reserva fraccionaria es una pura y simple estafa; un tiempo estaba considerada una práctica ilegítima y era ilegal, pero con el tiempo los banqueros lograron la legalización de sus prácticas fraudulentas.

Finalmente, en todo lo comentado no se consideran los otros usos que los bancos pueden hacer de los depósitos, como realizar operaciones financieras e inversiones arriesgadas, que pueden llevar a un banco a la quiebra más fácilmente que la muy improbable retirada de todos los depósitos.]

Al final del proceso el importe del dinero creado de la nada por la banca será 9 veces el dinero originariamente creado de la nada con la deuda pública […]. Todo este dinero es deuda, una pirámide de deudas apiladas unas sobre otras. Sobre la deuda del Estado –del cual ha sido creada la moneda- se acumula la deuda del circulante de origen bancario.

Ahora se comprenderá mejor la frase de Ezra Pound, profeta duramente castigado por decir su verdad: “un pueblo que no se endeuda provoca la rabia de los usureros”

¿Y quién paga los intereses? Los que el Estado abona por su deuda, los que el deudor abona. Los paga el trabajo. El trabajo de las personas es lo que llena con riqueza real […] el pseudo-capital creado de la nada por los bancos.

[…]

Se dice que la inflación es un impuesto oculto. Ahora podemos añadir: es el impuesto oculto que la banca extrae de nuestro trabajo, que es lo único que crea riqueza real.

[…]

La diferencia y la diversidad sociológica entre siervos y amos nunca ha estado tan claramente delineada. No ha sido nunca tan fuerte en la historia. No en la Edad Media, no en el Imperio Romano, no cuando la moneda era de oro y convertible en oro. Sólo hoy hay verdaderos siervos y verdaderos amos. Quien crea el dinero, con el cual conmina trabajo a todos nosotros, ése es el verdadero amo que nos convierte en siervos.

domingo, 1 de julio de 2012

ESCLAVOS DE LOS BANCOS (2)


[Continuamos con el ciclo "Esclavos de los bancos" de Maurizio Blondet. He intentado resumir -espreo no demasiado mal- el capítulo donde explica el mecanismo de la inflación como consecuencia necesaria del sistema monetario en el cual el dinero es creado por los bancos y prestado a la economía, naturalmente gravado por intereses, lo cual obliga a aumentar cada vez más la cantidad de dinero independientemente del estado d ela economía y por tanto lleva a la inflación]

La fábrica de la inflación

El verdadero culpable de la inflación es el sistema bancario.

Todo comienza cuando ustedes depositan en su cuenta corriente, digamos, cien euros que han ahorrado. Gracias a este depósito el banco puede prestar al industrial que lo necesita mil euros: es el mecanismo de la reserva fraccionaria. El milagro consiste en esto: el banco presta dinero que no tiene, que crea de la nada, y sobre éste obtiene beneficio con los intereses.

El banco puede escribir esos mil euros en sus libros contables como activo, porque genera intereses y un día le serán devueltos. Al mismo tiempo la contabilidad impone registrar un importe idéntico, mil euros, como pasivo. Esto porque la moneda creada de la nada está en circulación y el empresario endeudado emite cheques sobre ese préstamo que serán cobrados: el banco por tanto tiene una deuda potencial igual a su activo. Este pasivo se cubren con los pagos periódicos de los intereses por parte del deudor.

Sucede a veces –todos los días- que el endeudado no pueda pagar, que quiebre o sea insolvente. En ese caso el banco está obligado a registrar el préstamo fallido como pérdidas. No es, digámoslo enseguida, una tragedia: puesto que el 90% del dinero ha sido creado de la nada […] poco valor se ha perdido realmente. Es más que nada una partida de contabilidad.

Pero una pérdida contable es de todos modos mala para el banco, porque el préstamo debe ser sustraído de la columna de activos sin una sustracción correspondiente de los pasivos. El pasivo permanece, la moneda creada sigue circulando, los cheques y las órdenes de pago van llegando aunque el deudor esté en quiebra y el banco tiene el deber de pagarlos.

El único modo de hacerlo es coger el dinero del capital del banco o de sus beneficios. En cualquier caso son los dueños del banco quienes pierden los mil euros. Y para ellos la pérdida es real. Es más, si el banco ha concedido demasiadis préstamos arriesgados y demasiados de sus deudores son insolventes puede suceder que el pasivo sea mayor que el capital invertido por los accionistas en el banco. En ese caso el banco quiebra.

Es un verdadero dolor, para los dueños del banco. Tanto que todo el sistema bancario está diseñado para evitarlo. Los amos no pueden perder. El banco no puede quebrar. Para ello está el Banco Central: prestamista de última instancia, garantiza que ningún banco vaya a la quiebra y sus propietarios no sufran pérdidas. Interviene si aparece este riesgo. Se nos dice: para que los ahorradores no pierdan sus depósitos.

Todo banquero sabe que no se permitirá su quiebra, y por tanto no deberá responder de sus préstamos más arriesgados. Es por ello que los bancos, severísimos cuando se trata de prestar reducidas cantidades al tendero para su negocio o al trabajador para una hipoteca, son tan generosos cuando hay que prestar millones de euros a grandes empresas o al Estado. Si la gran empresa no paga, si un Estado retrasa los pagos, interviene el banco Central para salvar al banquero. Si el obrero tiene dificultades par apagar la hipoteca ninguna intervención pública lo va a socorrer.

De esta manera la banca presta tranquilamente al Estado, a la Parmalat [Nota: uno de los escándalos más importantes de los últimos años en Italia; era una de las empresas más importantes del sector alimentario, que quebró después de una serie de operaciones financieras muy dudosas] aun conociendo su insolvencia. Para comprender el porqué es necesario recordar una cosa: a la banca no le interesa la extinción de la deuda, la restitución plazo a plazo de todo el capital. El 90% de ese capital ha sido creado de la nada y el 10% es dinero vuestro, vuestros depósitos; no es dinero del banco y al banco no le interesa para nada. Cuando un deudor extingue su deuda y restituye el capital, para el banco es un engorro: debe encontrar otro a quien endeudar. Lo importante es que el deudor siga pagando los intereses, si es posible eternamente.

Porque ése es el negocio. Mientras el deudor pague los intereses el banco puede mantener el préstamo que le ha condecido como parte de los activos.

En este sentido el deudor ideal es el Estado. La banca presta al Estado comprando deuda pública […] pero nadie espera que el Estado al vencer el préstamo pague con otra cosa que con la emisión de nueva deuda pública, con vencimiento más lejano en el futuro. Esta es la eterna deuda del Estado […]
Cuando los Estados no consiguen pagar los intereses la banca los socorre en su propio interés […] basta en el fondo que el deudor siga abonando los intereses (no las cuotas de capital) para que siga siendo un activo en las cuentas y continúe a llover el beneficio. ¿Qué no tiene dinero para ello? El banco se ocupa de ello y abre otro préstamo al deudor, creando de la nada el dinero necesario para que pueda continuar pagando. Es el milagroso préstamo-puente, muy practicado con el tercer mundo. El dinero fresco ni siquiera entra en el país; pasa de una partida a otra en el banco acreedor. Milagroso porque el viejo préstamo que ha ido mal se queda en los libros contables como activo, activo que incluso aumenta con el nuevo préstamo y genera ulteriores intereses.

[…]

En una fase ulterior -cuando el deudor está ya con el agua al cuello- se recurre a otro sistema perfectamente experimentado […] los bancos proponen una renegociación de la deuda. Significa que se prolonga en el tiempo. Los intereses se reducen un poco pero se deben pagar durante más años o decenios. La deuda alcanza finalmente el estado de eternidad: el Estado endeudado paga y sigue pagando. En los libros contables se queda el famoso activo.

Pero el juego no puede continuar al infinito […] a un cierto punto el deudor debe aceptar rígidos programas de austeridad para que no derroche el dinero, para que lo haga fructificar y así poder pagar a sus acreedores. Normalmente es el Fondo Monetario Internacional a ejercer esta función como agente de los acreedores: en la práctica el Estado perde su soberanía, lo gobierna el FMI que recorta cualquier programa social –carreteras, hospitales, escuelas- como gastos inútiles, que desvían el dinero del objetivo supremo que es pagar a los acreedores.

Como contrapartida los bancos aceptan generosamente cancelar un parte de la deuda. De otra manera el Estado sería declarado insolvente y la deuda cancelada sería la totalidad. Con este gesto puede continuar el lucro.

[…]

Todo ese dinero mobilizado por las agencias internacionales, ayudas al desarrollo, subsidios directos, importaciones, que termina volviendo a los bancos a medida que el deudor fatigosamente paga, es dinero de los contribuyentes. O peor dinero creado de la nada por los Bancos Centrales. Y a medida que este dinero llega los bancos lo prestan, lo inyectan de nuevo en la economía donde se mezcla con el dinero circulante y diluye su valor.

Llegados a este punto el ama de casa se lamenta porque los precios suben y culpa al vendedor. Pero no es que suban los precios, es que el dólar –o el euro- van perdiendo valor porque hay demasiados en circulación. ¿Y quién los ha puesto en circulación? La banca. La madre de todas las inflaciones.